El testículo es responsable de la producción de hormonas masculinas y también del semen. Antes de nacer el niño, el testículo migra desde muy arriba en el abdomen y pasa a través de la pared abdominal y la ingle para ocupar su posición normal en el escroto. Los testículos no descendidos son muy comunes. Pueden existir en un 4% de los varones al nacer y hay una incidencia aún mayor en los infantes prematuros. Tres cuartos (¾) de los testículos no descendidos, descienden durante los primeros tres meses de vida.
Cuando un testículo no está en su posición normal dentro del escroto, existen varias posibilidades:
En los seres humanos, la ubicación de los testículos dentro del escroto los mantiene más frescos que la temperatura corporal. Esta temperatura menor es importante para el desarrollo del testículo al igual que para la producción del semen normal. Los estudios han demostrado que existe un aumento de riesgo de infertilidad en los hombres con antecedentes de testículos no descendidos. La reubicación del testículo dentro del escroto puede disminuir el riesgo de probelmas de fertilidad, sobre todo si se hace a una edad temprana.
Existen otras ventajas de la ubicacin dentro del escroto. Hay una ventaja cosmética. El testículo escrotal tiene menos riesgo de una lesión que uno fuera del escroto. Finalmente, y quizás tan importante como cualquier otra razón, el testículo que no logra llegar al escroto no es accesible a un examen físico. Los testículos no descendidos tienen un aumento de riesgo de tener cáncer. El cáncer testicular quizás no ocurre hasta después de los 40 años de edad. El cáncer testicular es muy curable cuando se detecta temprano, pero la mejor forma de hacer esto es el auto-examen mensual, que solamente se puede hacer si los testículos están dentro del escroto.
Recomendamos el tratamiento de un testículo no descendido antes de cumplir un año de edad. Existe evidencia que el daño temprano a las células gérmenes que producen el semen se inicia a esta edad. Hay dos opciones de tratamiento. La primera es la inyección de una hormona, HCG, varias veces por semana durante varias semanas para producir el descenso en algunos niños. Sin embargo, el porcentaje de éxito ha sido reportado tan bajo como el 10%. Además, los tratamientos con hormonas tienen menos éxito en los niños menores de dos años de edad.
El tratamiento más efectivo es la cirugía, que puede ser efectuada como paciente ambulatorio (externo). Cuando se siente un testículo en el área inguinal, generalmente, exploramos el área a través de una incisión pequeña. La mayoría de los testículos no descendidos están asociados con una hernia que debe ser reparada. Después de hacer esto, se lleva el testículo hacia abajo dentro del escroto y se implanta en un espacio creado en el escroto (orquiopexia).
Cuando no se palpa un testículo en un examen físico, hay que determinar la ubicación. No hemos hallado que las radiografías (rayos-X) sean confiables al respecto. Colocamos una laparscopia a través de una pequeña incisión debajo del ombligo para ver dentro del abdomen en el momento de la cirugía. En los pacientes donde se han encontrado los testículos ubicados muy altos en el abdomen se requiere una cirugía adicional para corregir el problema. En cierto número de niños se encuentra que tienen gónadas anormales muy pequeñas, las cuales extirpamos (orquiectomía). La mayoría de estos niños probablemente tuvieron torsión del suministro sanguíneo a los testículos antes del nacimiento lo cual produjo los testículos pequeños. Cuando un niño se queda con un solo testículo funcional, recomendamos su fijación para minimizar las probabilidades de perderlo debido a torsión más adelante en la vida.
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